Algunas de las personas contagiadas sufren problemas de memoria y concentración, depresión y ansiedad
Más allá de los síntomas que padecen los pacientes de Covid-19 durante los días de contagio, existen otras secuelas que persisten en el tiempo. Enfermedades como la diabetes ya se habían relacionado con el coronavirus y, ahora, una reciente investigación publicada en la revista JAMA Network Open ha vinculado el virus con el deterioro cognitivo. La conocida como 'niebla mental' consiste en la aparición de problemas de memoria y concentración en personas que han pasado el virus.
Esta secuela está presente en casi una cuarta parte de las personas registradas en el Sistema de Salud del Monte Sinaí, en Nueva York. Asimismo, un estudio publicado en la revista Lancet Psychiatry estableció que una de cada tres personas con Covid-19 presentaba síntomas neurológicos o de salud mental a largo plazo.
Ansiedad y depresión
Tal como establece el estudio en cuestión, las personas contagiadas pueden padecer problemas de memoria y concentración a largo plazo, además de ansiedad y depresión. Por su parte, un estudio realizado por la Universidad de Texas sobre la población argentina desveló una fuerte relación entre el coronavirus, el deterioro cognitivo y la aceleración de síntomas similares a los del alzhéimer. Cabe destacar que ambas enfermedades comparten la inflamación del cerebro.
Los resultados del estudio también constataron que, entre tres y seis meses después de infectarse, más de la mitad de los contagiados presentaban aún problemas de olvidos, mientras que aproximadamente una cuarta parte sufrió otros problemas mentales adicionales. Con todo, no se detectó relación alguna entre el nivel de coronavirus del paciente y el grado de deterioro cognitivo.
Pérdida de materia gris
Los resultados también apuntan a que los pacientes de covid podrían haber acelerado el envejecimiento de su cerebro, ya que, tras la enfermedad, presentan una mayor pérdida de materia gris y otras irregularidades en el tejido cerebral, sobre todo en el área relacionada con el olfato.
Según otro estudio publicado en la revista Nature, las personas contagiadas perdieron entre un 0,2 % y un 2 %, cuando lo habitual es perder entre 0,2 % y 0,3 %. "Nos sorprendió mucho ver diferencias claras en el cerebro incluso con una infección leve", explicó a CNN Gwenaëlle Douaud, profesora de la Universidad de Oxford.
Fuente: elperiodico.com