
Científicos de este centro universitario apuntaron que entrañables amigos de la pequeña pantalla como Homero Simpson, Peppa Pig o Pedro Picapiedra, cuya apariencia corpulenta los hace más amigables, podrían tener un impacto negativo sobre lo que comen los niños de entre seis y 14 años, destaca el diario español ABC.
En concreto, como recoge la web especializada Sciencealert.com, encontraron que en este grupo de edad se consumen significativamente mayores cantidades de alimentos ricos en calorías como galletas y golosinas, tras ver a personajes de animación con sobrepeso.
El experimento en que se basa este estudio contó con 300 voluntarios, cuyo comportamiento y reacciones tras ver a personajes de animación con sobrepeso fue ron analizados por expertos.
En el curso del experimento, a algunos chicos se les mostraron dibujos animados cuyos protagonistas eran saludables, a otros se les mostró personajes de animación con varios kilos de más y a otros no se les dejó ver ningún tipo de dibujo animado.
Después de la emisión de estas caricaturas, a los participantes se les permitió acceder a comida energética y con bajos nutrientes, para comprobar si la exposición a los dibujos animados actuaban como detonador.
Los resultados mostraron un incremento significativo en la ingesta de comida. De acuerdo con la principal autora del estudio, Margaret C. Campbell, los niños participantes mostraron que los dibujos animados con sobrepeso participaban del estereotipo, lo cual afectó el comportamiento de los participantes con respecto a la comida.
Tendencia a consumir
Esta investigadora afirmó en un comunicado que "los participantes en el experimento tienen una tendencia a consumir casi el doble, tanto de chicos indulgentes con la comida como de participantes que fueron expuestos a personajes de animación con más peso del normal o no”.
Incluso los chicos a quienes se les expuso tanto a personajes de animación con sobrepeso como de apariencia más equilibrada tenían tendencia a comer más que los niños que no vieron este tipo de personajes, sugiriendo que la apariencia de tener unos kilos de más es suficientemente provocadora para que los chicos consuman snacks de una forma más intensa. Sin embargo, los niños indulgentes con la comida se moderaban cuando intervenían sus conocimientos sobre salud y buenas prácticas.
Margaret Campbell concluyó que "esta información es clave y debemos continuar explorando”. A su juicio, "no se debe olvidar que los menores copian los hábitos que ven por televisión”.
Fuente: Agencias / paginasiete.bo