Científicos de la Universidad de Michigan han identificado un compuesto que podría prevenir la retinopatía diabética, patología que daña la retina de las personas diabéticas. Los resultados de su estudio han sido publicados recientemente en la revista Biochemical Journal
Uno de los muchos problemas ocasionados por la diabetes es la llamada retinopatía diabética. La diabetes provoca el deterioro de los vasos sanguíneos que irrigan la retina, lo cual hace que estos vasos sanguíneos tengan fugas de fluidos o de sangre. A medida que la enfermedad progresa, se van formando nuevos vasos sanguíneos y prolifera el tejido fibroso en la retina, lo cual hace que la retina vaya deteriorándose y se pierda visión gradualmente. Los daños ocasionados en la retina se deben en parte a la actividad del factor de crecimiento endotelial vascular (Vascular endotelial growth factor, o VEGF). Esta proteína debilita la barrera hemato-retiniana, cuya función es la evitar el paso de substancias del torrente sanguíneo a la retina nerviosa. En la retinopatía diabética y en numerosas otras enfermedades de la retina, el aumento de VEGF y de factores inflamatorios hacen que los vasos sanguíneos del globo ocular se debiliten y pierdan fluidos, lo que causa una acumulación de líquido en el tejido nervioso de la retina, formándose depósitos en la retina denominados exudados. Esta acumulación de fluidos puede incluso acabar causando ceguera.
Hasta ahora, se había tratado la retinopatía diabética por medio de fármacos inhibidores de la proteína VEGF. No obstante, este tratamiento no es suficiente, por lo que los investigadores de la Universidad de Michigan sospechan de la existencia de vías alternativas: posiblemente existe también un componente inflamatorio que contribuye al desarrollo de la enfermedad. Los científicos han identificado una proteína específica común a ambos procesos que podría ser una diana para regular la enfermedad que hace que los vasos sanguíneos se debiliten y pierdan fluidos, además de identificar un fármaco que podría ser empleado en aquellos pacientes en los cuales el tratamiento anti-VEGF no es suficiente: se trataría de un nuevo tipo de inhibidores del compuesto aPKC (atypical protein kinase C).
La proteína VEGF necesita este compuesto para debilitar los vasos sanguíneos. Por otra parte, también se ha demostrado que el nuevo fármaco es eficaz para bloquear los daños causados por el factor de necrosis tumoral, un factor que también aumenta a causa de la retinopatía diabética causada por la inflamación. Así, este compuesto también podría emplearse para tratar la uveítis o inflamación de la úvea, esto es, los cambios en los vasos sanguíneos del cerebro ocasionados por la presencia de tumores cerebrales o de accidentes cerebrovasculares. Según los autores del estudio, se trata de un gran avance: se ha identificado una importante diana terapéutica para regular las hemorragias oculares, y se tiene una terapia que está funcionando bien en experimentos con animales. No obstante, será necesario investigaciones adicionales antes de poder probar este nuevo fármaco en humanos.
Fuente: Medicina 21