La hipertensión arterial es la elevación sostenida de los niveles de presión sanguínea por encima de los niveles normales. Esto corresponde a una tensión sistólica igual o mayor a 140 mmHg y/o una tensión diastólica igual o superior a 90 mmHg. Es una enfermedad peligrosa, ya que daña al corazón y los vasos sanguíneos, pudiendo ocasionar infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular, etc.
La dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión) es un plan de alimentación que consiste en la reducción de sodio, grasas saturadas, colesterol y grasas totales; y el aumento en el consumo de frutas, verduras, legumbres y lácteos bajos en grasas. Se caracteriza por ser rica en magnesio, calcio, potasio, proteínas y fibra.
No se trata de una dieta milagro, ni presenta indicaciones de cantidades a seguir. Simplemente es una guía en cuanto a la calidad de los alimentos para lograr reducir las cifras de presión arterial. Además, es extensible también a personas que no padecen la enfermedad.
Las recomendaciones principales son:
•Aumentar el consumo de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras, que deben ser la base de la alimentación diaria.
•Consumir 2 porciones diarias de carnes magras, pescado y/o huevo.
•Reducir el consumo de carnes rojas y grasas saturadas.
•Elegir lácteos descremados o semi descremados.
•Elegir, siempre que sea posible, aceite de oliva.
•Consumir nueces y semillas, entre 4 y 5 porciones por semana.
•Restringir el consumo de dulces y azúcar.
•Realizar ejercicio físico diariamente.
• Reducir el consumo de sal a menos de 4-6 g por día. En su lugar se pueden utilizar hierbas aromáticas, especias, vinagre, jugo de limón, ajo, cebolla, puerro.
• Evitar o reducir el consumo de alcohol.
•Consumir agua mineral hiposódica (menos de 50mg/l), ya que se cree que el 10% del sodio ingerido proviene del agua mineral.
•Leer las etiquetas nutricionales de los alimentos de modo de saber cuáles consumir y cuáles evitar.
Fuente: El Observador