Ponerse de pie, caminar o andar en bicicleta lentamente en lugar de permanecer sentados reduce el nivel de glucosa en sangre durante el día y la noche en las personas obesas sedentarias.
"Todo lo que se pueda hacer para bajar la glucosa en sangre durante el día es positivo", dijo el autor principal, Glenn Gaesser, de la Facultad de Nutrición y Promoción de la Salud de Arizona State University, Phoenix.
Su equipo estudió a nueve adultos con sobrepeso u obesidad que aceptaron utilizar monitores continuos de la glucosa en sangre y la presión durante el día, que incluía ocho horas de trabajo que pasaban sentados.
A la semana, gradualmente, comenzaron a reemplazar algo de ese tiempo sedentario con intervalos de entre 10 y 30 minutos de pie hasta completar 2,5 horas por día.
A la siguiente semana, hicieron lo mismo pero con caminatas en un escritorio con una cinta a un ritmo de 1,6 km por hora. La cuarta semana utilizaron una bicicleta fija conectada a un escritorio y, también, a baja velocidad para mantener un gasto de energía bajo.
El nivel promedio de glucosa en sangre en 24 horas disminuía más cuando los participantes pasaban tiempo de pie o caminando que cuando permanecían sentados y la reducción fue aún mayor al andar en bicicleta, según publica el equipo en Medicine and Science in Sports and Exercise.
El patrón se mantuvo después de comer y durante la noche, en especial si los participantes habían utilizado la bicicleta durante el día.
Esto "no sorprende tanto" porque estudios previos habían demostrado que interrumpir la rutina sedentaria influía positivamente en la glucosa en sangre durante el día, según explicó el doctor Daniel Bailey, de la Universidad de Bedforshire, Reino Unido, y que no participó del estudio.
"Se necesitan estudios en poblaciones más numerosas para poder decir si estos resultados se podrían aplicar a la población general con sobrepeso", finalizó. Pero dijo que es probable que las personas con sobrepeso o prediabetes se beneficien con intervalos activos tanto como las personas con un peso saludable.
Fuente: Scientific American