En entrevista con sumedico.com, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, indicó que el actual gobierno impulsará reformas legales para restringir aún más la publicidad de alimentos no saludables (bebidas y comida chatarra) para abarcar horarios para adultos, a los que los niños están expuestos.
Asimismo, reveló que se reforzará la fiscalización de las escuelas las cuales tienen prohibida la venta de productos de alto contenido calórico; se modificará el etiquetado frontal de los alimentos y se podrían aumentar los impuestos respectivos hasta en un 100%.
El doctor López Gatell reveló que en el sexenio anterior se desdeñaron algunas de las medidas ya existentes en materia de escuelas y publicidad y señaló que el actual etiquetado frontal de los productos no reúne las características establecidas a nivel internacional para contrarrestar la epidemia de obesidad y diabetes que sufre nuestro país.
“Estas políticas no fueron atendidas de manera vigorosa, incluso fueron puestas en un papel secundario y se privilegió el interés de las empresas”, afirmó el subsecretario.
De acuerdo con información oficial, en 2016, 72.5% de los adultos presentaron sobrepeso y obesidad, y aun cuando desde 1999 se ha observado un incremento en toda la población, éste ha sido mayor entre las mujeres en edad reproductiva y los residentes de zonas rurales. En adultos, México es el segundo en el mundo con mayor obesidad y las cosas son peores con respecto a niños. Dice la Unicef:
“Actualmente, México ocupa el primer lugar mundial en obesidad infantil, y el segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos. Problema que está presente no sólo en la infancia y la adolescencia, sino también en población en edad preescolar”.
El funcionario del nuevo gobierno federal indicó que en los sexenios anteriores sí se contaba con una estrategia para combatir la obesidad y la diabetes y estaba fundamentada en una muy importante publicación académica que desarrollaron el Instituto Nacional de Salud Pública, la Academia Nacional de Medicina y la UNAM.
En esa estrategia se contemplaban distintas intervenciones que tienen que ver la regulación del ambiente alimentario, del acceso a los productos de alto contenido calórico, de los entornos específicos como las escuelas y también la regulación de la publicidad.
“Le pongo un ejemplo específico. Desde el sexenio antepasado, el sexenio 2006-2012, se establecieron unos lineamientos de salud alimentaria para las escuelas. Estos lineamientos siguen vigentes, contemplan la restricción activa por parte del gobierno del acceso a alimentos no saludables, alimentos no esenciales con alto valor calórico en las escuelas, particularmente de educación básica. En el sexenio pasado hubo una clara y sistemática omisión del gobierno, tanto a nivel federal como estatal y municipal de hacer vigente la obligación de la regulación”.
Anunció que ahora sí van a ejercer los recursos que existen, que siguen vigentes en la ley pero además van a actualizar el etiquetado frontal de los productos que, de acuerdo con Miguel Malo, representantes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), ni siquiera deberían ser llamados alimentos.
“Ese es otro ejemplo clarísimo – agrega el subsecretario- pues existen recomendaciones internacionales sobre los diseños y contenidos que debe tener el etiquetado frontal de advertencia, que permita al ciudadano, que permita al consumidor identificar los productos que no son saludables, particularmente los productos ultraprocesados, industrializados. Existen otros modelos que se han usado en otras partes del mundo, por ejemplo, Chile y que en México fueron también desplazados”.
Publicidad de comida chatarra
El doctor López Gattel solicitó revisar la segunda edición de la publicación la Obesidad en México. Propuestas para una Política Pública, realizada por las tres instituciones señaladas líneas arriba, la cual fue presentada en la Cámara de Diputados la semana pasada. Indicó que ahí se podrían obtener más detalles de lo que será la estrategia del actual gobierno.
Ahí se señala que la obesidad aumenta el riesgo de padecer otras enfermedades como diabetes mellitus, enfermedad isquémica del corazón, hipertensión, dislipidemias, enfermedades cerebrovasculares y cáncer, las cuales disminuyen la calidad de vida e incrementan el riesgo de muerte prematura entre quienes las padecen.
Y precisa que la obesidad también representa altos costos médicos, estimados en 151 894 millones de pesos sólo en 2014, lo cual equivale a 34% del gasto público en salud y causa una pérdida de productividad estimada en 71,669 millones de pesos (0.4% del PIB) por año.
En ese documento, que se puede consultar en la liga https://www.insp.mx/avisos/4884-la-obesidad-mexico.html, se hace especial hincapié en la necesidad de limitar aún más la publicidad.
“En el caso de la publicidad de alimentos y bebidas no saludables dirigida a niños, a pesar de la restricción en ciertos horarios y tipos de programas de televisión, los niños siguen expuestos a la publicidad en horarios no cubiertos por la regulación y en los que la audiencia infantil es muy alta (por ejemplo, entre 19:00 y 22:00 horas), a través de programas que no están explícitamente dirigidos al público infantil, y mediante medios no contemplados en la regulación, como las redes sociales y los empaques de los productos.
“Además, la normatividad vigente no regula el patrocinio de las empresas de alimentos y bebidas a los deportes más populares, por lo que deja a los niños expuestos a este tipo de publicidad”.
Por lo tanto, una de las propuestas es prohibir la publicidad en ese horario así como todas las estrategias e incentivos de promoción dirigida a menores.
También proponen que para los fines de esta regulación, ampliar la definición de niñez hasta los 16 años como propone la OPS, o incluso extenderla hasta los 18 años, de acuerdo al artículo 4° de la Constitución Mexicana, el cual establece el interés superior de la niñez como un eje transversal de toda acción del Estado.
De igual forma, regular todos los medios y canales de comunicación incluyendo los digitales.
Impuestos
El documento, el cual contiene los detalles de lo que será la estrategia, según precisó el doctor López Gattel, enfatiza que la política fiscal, la cual contempla impuestos a bebidas azucaradas y a alimentos no básicos con alta densidad energética, es la acción de combate a obesidad más evaluada.
La compra de los alimentos y bebidas gravados se ha reducido sostenidamente desde su implementación en 2014, y las estimaciones de su efecto han mostrado su potencial para reducir los casos y muertes asociados a diabetes y enfermedades del corazón.
“A pesar de la modesta magnitud de los impuestos en el precio al consumidor (sólo representa el 10% del precio de venta) y de la pérdida del valor del impuesto por inflación, las reducciones en las compras de los productos con impuesto han sido importantes (por ejemplo, 7.6% de reducción en bebidas azucaradas)”.
Para lograr mayores reducciones, los impuestos deben aumentarse al doble o más, lo que permitiría logar mayores beneficios en salud.
“(Se debe) Aumentar los impuestos a bebidas azucaradas a, al menos, dos pesos por litro y el de alimentos no básicos altos en densidad energética de acuerdo con las sugerencias de la OMS, para lograr mayores beneficios de una medida que ha demostrado efectos en reducir las compras de estos productos.
Y va más allá. Propone “Valorar la factibilidad e impacto de agregar, al actual impuesto específico a bebidas azucaradas, un monto adicional a las bebidas con un contenido de azúcar por arriba de cierto límite, para incentivar su reformulación”.
Por ejemplo, en Reino Unido se grava con 0.18 libras a las bebidas con >5 gr de azúcar/100 ml y con 0.24 libras a las bebidas con >8 gr de azúcar/100 ml, lo que contribuye a la reducción en su contenido de azúcar mediante la reformulación.
“Utilizar los ingresos fiscales para compensar potenciales pérdidas en sectores más vulnerables a través de acciones como el suministro de agua potable para los hogares más pobres, subsidios a la producción y consumo de alimentos saludables no procesados, implementación de acciones para atender el sobrepeso, la obesidad y sus consecuencias en la salud”.
El documento sobre el cual se fundamentará la estrategia gubernamental incluye una larga serie de recomendaciones que tienen que ver con:
1. Actualizar y fortalecer el marco legal para la implementación de las políticas y programas de prevención y control de obesidad y para evitar conflictos de interés
2. Promover un sistema alimentario que favorezca el consumo de dietas saludables y que minimice los impactos ambientales
3. Incluir y reforzar las intervenciones para la prevención de la obesidad en etapas tempranas de la vida
4. Implementar intervenciones para garantizar entornos alimentarios saludables, espacios recreativos seguros y educación alimentaria en las escuelas
5. Fortalecer la regulación de la promoción y publicidad de alimentos y bebidas dirigidas a niñas y niños
6. Modificar el actual etiquetado frontal de alimentos con base en las recomendaciones de expertos en nutrición y salud
7. Mantener y fortalecer las medidas fiscales (impuestos/subsidios) para aumentar el costo de alimentos y bebidas no saludables y reducir el costo de alimentos saludables
8. Facilitar y promover estilos de vida activos y mejorar los espacios públicos y el transporte para fomentar la actividad física
9. Aumentar la detección y mejorar la calidad de la atención del paciente con obesidad y sus comorbilidades
10. Desarrollar un plan de comunicación basado en evidencia para el cambio de comportamientos relacionados con sobrepeso y obesidad, con enfoque en el curso de vida y con alcance nacional
Fuente: Su Médico