Obesidad infantil tiene su origen en el vientre materno

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La diabetes gestacional que se presenta durante el embarazo es un factor de riesgo para que los bebés enfrenten al nacer problemas metabólicos, insuficiencia respiratoria, deformaciones cardiacas o del sistema nervioso central, así como la posibilidad de desarrollar obesidad infantil y diabetes en la adolescencia.

 

Una mala alimentación derivada de una dieta occidental y un estilo de vida sedentario lleva a las mujeres al sobrepeso u obesidad, condición que en el embarazo puede provocar que nazcan bebés con macrosomía, es decir, con un peso por encima de los cuatro kilogramos y que en el momento del parto o la cesárea representan más riesgos al nacer, advierte Rodrigo Ayala Yáñez, gineco-obstetra y director general del Centro de Investigación Materno Infantil del Grupo de Estudios del Nacimiento AC (Cimigen).

El especialista reitera que un recién nacido de una mujer embarazada que tuvo diabetes gestacional —esta tiene un riesgo de 70 por ciento de desarrollar diabetes mellitus cuando llegue a los 40 o 45 años— “será un niño muy propenso a obesidad infantil, a problemas metabólicos y con predisposición a desarrollar diabetes en alguna etapa de su vida”.

Ayala Yáñez precisa que no existe una prevalencia precisa de diabetes gestacional en México, pero en estudios internacionales se estima que es casi de 17 por ciento de los 127 a 130 millones de nacimientos que se registran anualmente y que pudiesen tener alguna alteración de la glucosa.

Lo anterior es la antesala de que 60 por ciento de los 39 millones de niñas, niños y adolescentes en el país presenten problemas de sobrepeso u obesidad, lo que los coloca en riesgo de sufrir problemas de salud.

De no revertirse esta situación la actual generación de infantes podría ser la primera en la historia en vivir más enferma y morir más joven que la generación de sus padres, advierte en este sentido Carlos Aguilar Salinas, subjefe del Departamento de Endocrinología y Metabolismo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ).

Señala que en las últimas tres décadas la población infantil con obesidad se incrementó en forma alarmante y entre los factores que generan esta epidemia se encuentran el abuso en el consumo de bebidas azucaradas, refrescos, jugos artificiales y leches saborizadas, por su alta cantidad de calorías.

Por ello Aguilar Salinas refiere que “es claro que un niño a esa edad no tiene nada que hacer ingiriendo refrescos y podríamos fácilmente sustituir esas fuentes de calorías eliminando los jugos y sustituyendo la leche entera por leche descremada, excepto en los menores de dos años”.

Fuente: Lorena Ríos / vertigopolitico.com

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